- 1. Genera el hábito
Algunos investigadores afirman que se necesitan 21 días para comenzar a ganar un hábito. Es un buen momento, entonces, para usar ese limpiador, crema humectante, protector solar y rutina de noche que tu dermatólogo te indicó y al que nunca pudiste adaptarte.
- 2. Limpia.
Es el paso básico antes de aplicar cualquier producto. Es muy importante este paso porque la suciedad se acumula en los poros generando impurezas y exceso de sebo, las células muertas van generando una capa que entorpece el proceso de regeneración. Para esto lo ideal es utilizar diariamente un limpiador facial y posteriormente aplicarse un buen tónico. Utiliza agua templada. Moja tu rostros y seca dando pequeños golpecitos arrastrando en un pañuelo de celulosa la suciedad. A continuación utiliza tu limpiadora habitual. Aprovecha para realizar masajes manuales. Pellizca tus mejillas, utiliza tus manos desde la mandíbula hasta los pómulos para masajear bien la zona. Utiliza como mínimo una vez a la semana, una exfoliante. Si no la tienes puedes utilizar un remedio casero.
- 3. Hidrata.
as cremas hidratantes se utilizan para recuperar las pérdidas de agua, minerales y vitaminas. Si tu piel es grasa y crees que no es necesario hidratarla te equivocas. Busca un producto especializado en equilibrar las glándulas sebáceas. En el caso de que tengas la piel seca, no basta con hidratar, sino que también debes aplicarte una crema que te la nutra. Aprovecha si tienes la piel seca para aplicarte aceites. El no tenerte que maquillar mejora su estado.
- 4. Reforzar. Esto es fundamental en este momento. Refuerza con mascarillas caseras para potenciar la luminosidad de tu piel ahora que no te maquillas. Las cremas hidratantes se utilizan para recuperar las pérdidas de agua, minerales y vitaminas Al mismo tiempo que refuerzas la limpieza de tu piel, presta atención a estas medidas durante tu encierro por el coronavirus.